Cómo lograr el color piel con pintura al óleo

Escrito por barrett barlowe | Traducido por mariana nonino

Para crear un retrato realista con pintura al óleo, debes dominar los tonos de piel. La gente tiene diferentes tonos de piel, pero todas las variantes contienen ciertos colores específicos. Aprende primero a crear un pigmento básico, un color de piel medio, y luego ajusta los tonos para crear luces y sombras. El valor (la luminosidad), el matiz del color y la intensidad determinan al objeto que se parece cada color. Varía la cantidad, el valor y la intensidad de cada color en la mezcla y serás capaz de igualar cualquier tono de piel.

Necesitarás

Frasco de vidrio (del tamaño de alimentos para bebés o de pickles, por ejemplo)
Aguarrás
Paleta
Aceite de linaza

Instrucciones

Llena un cuarto del frasco de vidrio con aguarrás y coloca el pincel dentro de él.
Aprieta aproximadamente 2 pulgadas (5 centímetros) de cada pigmento sobre la paleta. Coloca los pigmentos en una línea, siguiendo el siguiente orden: blanco de titanio, amarillo de cadmio, cadmio rojo, azul cobalto, amarillo ocre, carmín de alizarina y azul ultramarino.
Utiliza tu espátula para tomar 1 pulgada (2,5 centímetros) de longitud de la pintura blanca. Deposita la pintura blanca debajo de la línea de pigmentos puros, en tu paleta. Limpia la espátula raspando en el borde de tu paleta.
Recoge una media pulgada de pintura amarilla con la espátula. Unta en la parte superior de los blancos. Mezcla los dos colores juntos, presionando sobre ellos con el cuchillo.
Toma una cantidad muy pequeña (aproximadamente 1/3 de la cantidad de pintura amarilla que habías usado) de pintura roja. Usa un rojo de cadmio para la piel madura, piel expuesta al sol o carmesí para un cutis joven y pálido. Mezcla el rojo con el blanco y el amarillo.
Añade una gota del tamaño de un guisante, del color azul cobalto a la mezcla. Mezcla bien todos los colores, juntando todos los colores con la espátula. Este es el color piel básico.
Coge un poco de la mezcla de color piel con la espátula y ponlo en la espátula. Agrégale un poco más de la pintura blanca. Mezcla bien. Usa este color para las zonas iluminadas.
Coge una pequeña cantidad de la mezcla de color piel y, a continuación, agrega un poquito de azul marino. Mezcla los colores bien con tu espátula. Coge un poco de ocre amarillo y mézclalo. Usa este color para las zonas de sombra.
Retira el pincel del frasco con aguarrás y presiona las cerdas contra el frasco para eliminar el exceso de líquido.
Añade una o dos gotas de aceite de linaza a cada una de tus tres mezclas de tonos de pie. Sumerge tu pincel en el primer color "básico" de piel. Pinta el color en el lienzo. Continúa pintando hasta que hayas utilizado la mayor parte de la pintura en el pincel.
Agita el cepillo en la solución de aguarrás para limpiarlo. Una vez más, aprieta el cepillo contra el recipiente, para sacar cualquier exceso de aguarrás o de pintura.
Recoge un poco de pintura "iluminada" de color piel con tu pincel. Pinta los tonos de piel más claros con este color, hasta que toda la pintura se deposite sobre la tela. Coge un poco del tono "sombra" y pinta al lado de los otros dos colores. Has conseguido un tono básico para el color piel, con uno más claro para iluminar y otro, más oscuro, para las sombras.

Agrega una pequeña cantidad de color rojo para calentar el tono de la piel o azul ultramarino para enfriarlo.

Utiliza amarillo ocre o siena tostado para lograr una piel oscura, en sustitución del cadmio amarillo.